Los vuelos desde/hasta España no están incluidos en la tarifa, así podrás decidir desde dónde salir, a qué hora y con qué compañía aérea prefieres viajar. Esto para darte la máxima libertad de elección.

Check-in en el hotel de Oporto y brindis de bienvenida. Nuestro viaje comienza con el pie derecho... ¡con una buena copa de vino! Estamos en el norte de Portugal, y esta zona es famosa por su producción de vino. Mañana tendremos la oportunidad de seguir probando excelentes vinos en una de las muchas bodegas de la ciudad. Por ahora, ¡brindemos por el comienzo de estos días juntos!

Recuerda: el vuelo de ida tendrás que comprarlo a Oporto, mientras que el vuelo de vuelta a casa tendrás que cogerlo desde Lisboa.

Lo primero que tenemos que hacer esta mañana sin falta es subirnos a uno de los antiguos tranvías de la ciudad, la historia que recorre una ciudad que ya es moderna. Cerca de la Torre dos Clerigos, en la Rua Das Carmelitas, visitamos la Libreria di Lello e Irmao, donde se rodaron algunas escenas de Harry Potter. Por eso, no es casualidad que se trate de una de las librerías más famosas del mundo: seguro que está abarrotada, pero nos las arreglaremos para sacar una foto rápida.

Desde lo alto de la Torre Dos Clerigos podemos admirar muchos rincones de Oporto, la Catedral di Sé, la zona de las bodegas, el curso del río Duoro, el Palàcio da Bolsa, el Mercado do Bolhao y el puente Luis. Si no queremos perdernos nada, hay que visitar una de las bodegas de vino de Oporto, admirando los Barcos Rabelos, embarcaciones donde antiguamente se dejaban reposar las barricas. Arriba esas copas: ¡por nosotros!

Por la mañana nos trasladamos de norte a sur, y sobre la hora de comer llegamos a Lisboa para pasar dos días intensos descubriendo la ciudad. Comemos algo rápido y vamos a visitar el Mosteiro dos Jerónimos, el Padrão dos Descobrimentos con vistas al río Tajo y la Torre de Belém. Siguiendo por la Avenida Brasília nos encontramos con el famoso Monumento a los Descubrimientos, dedicado a los descubrimientos de los navegantes portugueses. La última, pero no por ello menos importante, es la visita al Cristo Rey, una estatua de cemento de unos 80 metros de altura, inspirada en la de Río de Janeiro.

Exploremos Lisboa en tuk tuk, ¡una forma original y divertida de descubrir sus rincones ocultos y disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad!

Al llegar al Barrio Alto, nos adentramos en la auténtica movida portuguesa: este barrio es perfecto para pasar una noche en contacto con las tradiciones locales. La calle está llena de parrillas humeantes con sardinas para tomar sobre una crujiente rebanada de pan acompañadas de ríos de cerveza.

Empezamos el día subiéndonos al famoso tranvía 28, que se desliza serpenteando entre las calles más características de la ciudad. Su recorrido empieza en Campo de Ourique y pasa por los barrios más pintorescos de Lisboa hasta llegar a Praça Martim Moniz.

Durante la segunda parte del día, nos perdemos dando vueltas por los peculiares callejones de Alfama, el barrio más pintoresco y antiguo de la ciudad, donde la mayoría de las casas son de color pastel o están recubiertas de azulejos desportillados. Además, aquí también está el Castillo de S. Jorge y el Largo da Sé, donde se encuentra la catedral de Lisboa. Después tendremos algo de tiempo libre y más tarde nos reuniremos en uno de los típicos restaurantes portugueses donde enmarcaremos nuestra cena de despedida. Nos hacemos los últimos selfis, recordamos los momentos más divertidos de estos días... y nos despedimos hasta el próximo viaje.

Es hora de despedirnos, ¡pero seguro que nos volveremos a ver muy pronto en algún lugar del mundo!

Recuerda: el vuelo de vuelta deberías cogerlo desde Lisboa, no desde Oporto.