Los vuelos aéreos hacia/desde España no están incluidos en el paquete, por lo que puedes decidir desde qué aeropuerto salir, a qué hora y con la compañía aérea que prefieras... Esto es para darte la máxima libertad de elección.

Check-in en un hotel de Los Ángeles, ¡así funciona el encuentro! Beverly Hills tendrá que esperar un poco más: esta noche nos reuniremos todos para nuestra primera cena juntos (¡¿hamburguesas o perritos calientes?!) y mañana partiremos hacia Palm Springs. ¿Qué mejor lugar para empezar a conocernos?

Buenos días WeRoaders, nuestro viaje está a punto de comenzar: después del desayuno nos dirigimos hacia el alquiler de coches y tomamos posesión de los volantes; El viaje no será largo pero la pregunta sigue siendo obligada: ¿ya has preparado la lista de reproducción, verdad?

Esta aventura promete no sólo vistas increíbles, sino también una sensación de asombro y descubrimiento a lo largo del camino: ¡dependerá de nosotros decidir cuántas y qué paradas hacer en el camino porque un verdadero viaje es, ante todo, libertad!

Una vez llegamos a Palm Springs dejamos nuestras mochilas en el hotel e inmediatamente podemos dirigirnos al Parque Nacional Joshua Tree -un parque nacional fascinante y único ubicado en el sureste de California y conocido por sus evocadores paisajes desérticos-, los icónicos árboles de Joshua y una amplia variedad de maravillas naturales, ¡y luego visitaremos el Valle de Coachella! El nombre te suena, ¿no? Por supuesto que sí, porque este valle es sede del famoso festival y ofrece vistas increíbles y rincones perfectos para una foto al más puro estilo Coachella (¡ojo con el outfit!)

Hoy recorreremos kilómetros y kilómetros de pura maravilla, ¿estás preparado? Mejor salir pronto porque si es cierto que quedan muchos kilómetros por recorrer, también lo es que la carretera será la auténtica protagonista… ¡y vaya camino! ¿El nombre Ruta 66 significa algo para ti?

Salimos de Palm Springs y nos dirigimos a Oatman, Arizona. Tardaremos entre 3 y 4 horas, ¡así que poneros cómodos! ¡En Oatman nos sentiremos como en una película, entre burros, mineros y vaqueros! De hecho, Oatman es una pequeña y encantadora ciudad atrapada entre las Montañas Negras que se elevan sobre el desierto de Mojave: hace poco más de medio siglo era una excelente base estratégica para mineros y buscadores de oro y la atmósfera sigue siendo de época, así que prepararos para un verdadero salto en el tiempo.

Y luego, finalmente, recorreremos la icónica Ruta 66 hasta llegar a Flagstaff: de camino podemos parar en Seligman, conocida como el "lugar de nacimiento de la histórica Ruta 66", repleta de autocines con un ambiente único, o en 'Hackberry General Store', un surtidor de gasolina transformado más tarde en una tienda-museo, ¡obviamente con una temática especial!

¡Y si no has visto Cars ahora es el momento de hacerlo!

Inmediatamente después del desayuno nos dirigimos a visitar uno de los parques más famosos de Estados Unidos, quizás sólo superado por Yellowstone: el Gran Cañón. La primera emoción que te embarga al ver el Gran Cañón es puro asombro. La inmensidad del cañón, su profundidad y los imponentes acantilados multicolores nos hacen sentir muy pequeños frente a la grandeza de la naturaleza. Nuestro punto de partida será Mather Point para luego pasar a Powell Point, una península rocosa desde la que podrás observar los rápidos mayores y menores, y escuchar el rugido del agua debajo de nosotros. Tenemos mucho tiempo disponible para descubrir este increíble parque: aquí también hay muchos senderos para descubrir y explorar; podemos bajar y entrar al cañón, pero recordemos una cosa: nos espera una bonita subida para regresar.

¡Otro día, otro parque! Pero esta vez exploraremos la zona de otra manera: en jeep, con una excursión guiada por el interior de Monument Valley, para descubrir la cultura navajo.

De hecho, el Monument Valley es considerado sagrado por el pueblo navajo. Las imponentes colinas y mesas de arenisca no son sólo maravillas geológicas, sino que se cree que tienen un significado espiritual y son parte de la historia de la creación navajo.

Tras la excursión nos trasladamos a Page, donde pasaremos la noche a la espera de otra maravilla única: el Cañón del Antílope.

Hoy no podemos perdernos Antelope Canyon, donde los rayos del sol brillan a través de las paredes del cañón: es un cañón de ranura mundialmente famoso, conocido por sus hermosos pasajes estrechos y el juego de luces y sombras en sus paredes lisas y talladas en piedra arenisca. Antelope Canyon se formó a lo largo de millones de años de erosión causada por inundaciones repentinas y viento. El agua que fluye, cargada de arena y escombros, ha ido abriendo pasajes estrechos y sinuosos en la arenisca navajo y es un paraíso para los fotógrafos: has cargado la batería de tu cámara, ¿verdad?

Al final de la tarde nos dirigimos hacia nuestro destino final: ¡Bryce! Y escucha: pararemos en Bryce por dos noches (¡lavandería allá vamos!)

Bryce no es un cañón real, sino más bien una serie de anfiteatros en forma de herradura. El más grande, el que vamos a visitar, es el Anfiteatro Bryce, que se encuentra en pleno centro de la zona. Por todas partes veremos ante nuestros ojos los Hoodoos, profundos surcos creados por la erosión del agua, el viento y el hielo en la roca: tendremos la oportunidad de sumergirnos en este paisaje casi encantado caminando por uno de los senderos que nos llevan hacia el fondo del valle.

Cuenta la leyenda que los vudú son en realidad un antiguo pueblo legendario, convertido en piedra por los coyotes como castigo por cometer actos malvados, así que si vemos algunas rocas moverse, ¡no te preocupes!

Nuestro destino final de hoy es el famoso Parque Nacional de Zion: acantilados que caen escarpados hasta unos 3.000 metros, característicos colores brillantes rojos y blancos, increíbles rocas esculpidas que flanquean los valles colgantes, pequeñas cascadas que caen a lo largo de las altas paredes... En definitiva, mano a las cámaras, hay mucho aquí para grabar en la memoria. ¿Dejarás que este lugar encantado te robe un pedazo de tu alma?

Tendremos la oportunidad de explorar el parque a lo largo y ancho: hay muchas rutas de senderismo para todos los gustos, así que decidamos juntos cuál tomar. Sin duda, uno de los más famosos es el que conduce a la impresionante vista que se disfruta desde Angels Landing: requiere un poco de esfuerzo, pero definitivamente vale la pena. ¡Todo el valle se abrirá ante nosotros y disfrutaremos de una perspectiva de 360° del parque!

¡En Las Vegas, cuando oscurece, todo se ilumina y nos regala un espectáculo inigualable! No se puede estar en la ciudad del pecado y no vivir una noche loca: nos disfrazamos, pensamos en derrochar y alquilar una limusina (¡lo cual es bastante común por estos lares!) y luego decidimos a cuál de las muchas discotecas queremos ir a celebrar!

Después de una noche loca, desde Las Vegas nos dirigimos hacia el punto más bajo y caluroso de América del Norte: el Valle de la Muerte, una extensión de arena que se alterna con extensiones de sal, colinas, cañones y formaciones rocosas irregulares. Se dice que en este enorme desierto aislado del mundo, en 1849 un grupo de buscadores de oro murió atravesándolo en un intento de encontrar un atajo para dirigirse a los valles centrales de California. La visita comienza desde Furnace Creek, principal centro del valle, luego se dirige a Zabriskie Point, Dante's View -ubicado a 1.800 metros-, Artist's Drive, Artist's Palette hasta llegar a Badwater Basin, el lago salado, declarado el punto más bajo de Norteamérica.

Después de pasar un día en la inmensidad del Death Valley, sintiéndonos pequeños seres en esta tierra, volvemos a Las Vegas para pasar una última noche de locura… o descansar, cada uno puede elegir cómo pasar esta última noche en la ciudad del Pecado.

Esta mañana nos levantamos en la ciudad que nunca duerme para dirigirnos hacia el frenesí de otra gran metrópoli: Los Ángeles. Saldremos desde Las Vegas pero por el camino nos espera una etapa bastante... fantasmagórica - górica. Mal juego de palabras, lo admitimos. Podremos parar en Calico, el pueblo fantasma de la época minera, ¡nos sentiremos como si estuviéramos en una película del Oeste!

Luego volvemos al coche hacia el Observatorio Griffith, justo en las afueras de Los Ángeles. Aquí es imprescindible hacer una parada para admirar el panorama que se abre ante nosotros: la atmósfera envolvente del "Estado Dorado" será increíble. Luego nos dirigimos al alojamiento que nos acogerá en Los Ángeles, tenemos mucho tiempo para instalarnos, cenar en un restaurante típico y pasar la noche en un bar, degustando un buen cóctel.

Esta mañana llegamos al muelle de Santa Mónica donde termina la Ruta 66, dejamos los coches y... y cogemos... ¡las bicicletas! Seguimos hasta Venice Beach, con sus interminables playas de arena blanca, surfistas y artistas callejeros. Durante el Happy Hour disfrutamos de una agradable copa en la playa para admirar la puesta de sol sobre el mar, ¿ponemos una sombrilla en el vaso? Si no lo tienes claro, hoy nos regalamos un día de relax entre las espléndidas playas de Los Ángeles para terminar de la mejor manera posible nuestro viaje americano, nos lo merecemos.