Los vuelos o trenes desde/hacia tu país o ciudad de origen no están incluidos en el paquete, por lo que podrás decidir desde qué aeropuerto/estación salir, a qué hora y con la compañía que prefieras. ¡Esto es para darle la máxima libertad de elección!

Check-in en el hotel (17h): llegamos a Alicante y el aire ya huele a mar y libertad. El primer paso es fácil: dejarse abrumar por el encanto de esta ciudad soleada, donde el azul del Mediterráneo se encuentra con las animadas callejuelas del Barrio de Santa Cruz. No hay tiempo que perder, porque a las 18h nos espera una copa de bienvenida, el momento perfecto para descubrir quiénes serán nuestros compañeros de viaje con los que compartiremos este fin de semana de olas, sol y veladas inolvidables. Un brindis con vistas al mar, una charla para romper el hielo y en un momento ya estamos inmersos en el ambiente relajado de Alicante, con la sensación de que esta aventura será memorable.

¿Y la noche? Bueno, aquí no nos vamos a dormir temprano. Podemos perdernos entre los bares de tapas de la Calle Castaños, donde el aperitivo se convierte fácilmente en una noche de charla y risas. O bajar al paseo marítimo y dejarnos tentar por una cena con vistas, quizá degustando un buen arroz mientras el sonido de las olas pone la música de fondo. Si nos apetece bailar, el puerto es el lugar adecuado: cócteles, música y una azotea con vistas a la ciudad iluminada. Y esto es sólo la primera noche: Alicante promete y estamos dispuestos a vivirla al máximo.

Alicante nos recibe con el sol alto en el cielo y el olor a sal en el aire: ¡hoy el día está dedicado al mar! San Juan es la playa que nos llama a gritos, con su interminable arena dorada y su mar cristalino perfecto para un refrescante chapuzón. Pero si queremos variar un poco, hay otras perlas en los alrededores: la Playa del Postiguet, justo debajo del castillo de Santa Bárbara, perfecta para un descanso entre un baño y un cóctel junto al mar; Playa de la Albufereta, más tranquila y con ambiente relajado; o Cala del Moraig, una joya escondida entre los acantilados para aquellos que buscan un rincón más íntimo.

Después de un día transcurrido entre sol, olas y relax, llega el momento de volver y prepararse para la noche. Esta noche cenaremos todos juntos… ¡y la cena está incluida! Así podemos centrarnos en una sola cosa: disfrutar de cada bocado sin pensar en la cuenta. ¿Y luego? Luego la noche es joven y Alicante sabe divertirse: discotecas, azoteas con vistas, discotecas en la playa... decidimos juntos dónde continuar la velada, pero una cosa es segura: nos iremos a dormir con una sonrisa en los labios y la arena todavía en el pelo.

¡Buenos días WeRoaders! La mañana comienza con un recorrido a pie que nos lleva por las históricas calles del Barrio de Santa Cruz, entre plazas escondidas y balcones llenos de flores; Nos dejamos conquistar por el ambiente relajado de la ciudad mientras paseamos entre las casas blancas y azules del barrio de San Roque y respiramos el aroma a tostadas y café con leche que llena las calles.

Después del paseo, el tiempo es todo nuestro: los que quieran podrán disfrutar de un último tinto de verano con vistas al mar, los que lo prefieran podrán perderse entre las boutiques y mercados del centro, y los que no puedan resistirse a la llamada de las olas podrán regalarse un último baño en la espléndida Playa del Postiguet.

A las 17h toca decir adiós, pero Alicante ya ha dejado su huella: volvemos a casa con la piel todavía caliente por el sol, sal en el pelo y esa sensación de despreocupación que sólo un fin de semana con vistas al Mediterráneo puede dar.