Los transportes ida/vuelta hasta Oviedo no están incluidos en la tarifa del viaje, de este modo podrás decidir desde dónde salir, a qué hora y con qué medio de transporte prefieres viajar. ¡Lo hacemos así para darte la máxima libertad de elección!

Nuestra aventura comienza en Oviedo, una ciudad que combina historia, arte y una atmósfera única. Pasearemos por su casco antiguo, descubriendo lugares icónicos como la Plaza del Fontán, la Catedral de San Salvador y el Teatro Campoamor. Los amantes del arte pueden disfrutar del Museo de Bellas Artes o sumergirse en la riqueza arqueológica de la ciudad.

A última hora, nos dirigimos a la calle Gascona, conocida como el "Bulevar de la Sidra". Aquí disfrutaremos de la tradición asturiana con una buena sidra escanciada al ritmo de los gaiteros y el ambiente festivo. Si el ánimo lo permite, la noche puede terminar con una fiesta local, ideal para vivir la diversión asturiana en todo su esplendor.

Por la mañana, subiremos al Monte Naranco, donde las vistas panorámicas de Oviedo y sus alrededores nos dejarán sin palabras. Aquí visitaremos dos joyas del prerrománico asturiano, Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, declaradas Patrimonio de la Humanidad.

Por la tarde, cambiamos de escenario y nos dirigimos a Gijón, una ciudad costera llena de energía y tradición. Pasearemos por Cimadevilla, su barrio más emblemático, donde cada rincón nos cuenta una historia. En la Plaza Mayor y el puerto deportivo sentiremos el auténtico espíritu gijonés. Si queremos, podremos realizar un free tour para descubrir los secretos mejor guardados de la ciudad.

Finalizaremos la jornada con una cena donde no podrá faltar el icónico cachopo, una experiencia culinaria que refleja el alma de Asturias.

En nuestro último día, profundizaremos en la historia de Oviedo con una visita guiada a su impresionante catedral. Este monumento, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es conocido por albergar la Cámara Santa y reliquias de incalculable valor.

Tras la visita, tendremos tiempo para disfrutar de un último paseo por las calles de Oviedo, saborear algún manjar asturiano como sus moscovitas o comprar recuerdos antes de despedirnos de este inolvidable rincón de España.