Itinerario - Balcanes: on the road entre Bosnia, Albania, Croacia y Montenegro

Nuestra ruta comienza en el corazón de los Balcanes, en Bosnia. Nos encontraremos en el alojamiento de Sarajevo, donde comenzaremos nuestra primera exploración nocturna de la ciudad.

Los vuelos desde/hacia Italia no están incluidos en el paquete, así que tú decides desde qué aeropuerto quieres salir, a qué hora y con qué compañía aérea... De este modo, tendrá la máxima libertad de elección.

Empezamos a descubrir las delicias culinarias locales, pero también un poco de historia y vida nocturna. Sarajevo ofrece un gran número de locales nocturnos donde comer, charlar y escuchar buena música. Así que empecemos a hacernos una idea de la cultura que exploraremos más a fondo mañana.

Sarajevo es conocida como la Jerusalén europea: una ciudad en la que Oriente y Occidente se encuentran y dan lugar a combinaciones únicas que tienen el sabor tanto del Imperio Austro-Húngaro como del Imperio Otomano. Nos perderemos entre los elegantes edificios y el estilo árabe, pero volveremos a la realidad observando las huellas de una guerra muy cercana a nosotros: algunos edificios todavía muestran los rastros de los morteros del conflicto que ensangrentó los Balcanes en los años 90.

Entre una visita a la Baščaršija, la parte antigua, y una al viejo bazar, sin duda encontraremos tiempo para detenernos a comer en uno de los muchos Aščinice, donde podremos disfrutar de una experiencia culinaria realmente local.

Por la tarde vamos a recoger nuestros coches: ¡es el momento de ir a Mostar y no queremos perdernos uno de sus proverbiales atardeceres!

Nos despertamos en Mostar. Si Sarajevo nos dejó impresionados, Mostar nos robará el alma, entre el río, los puentes, las callejuelas antiguas y... su historia reciente.

Aunque no es muy grande – tiene poco más de 100,000 habitantes – Mostar brilla con vitalidad y cultura, que se percibe en los pequeños bares cerca del río, en las tiendas de los artesanos, en el mercado, en cada rincón de esta joya de piedra.

Pasamos la mañana recorriéndola de arriba a abajo, llenándonos los ojos de esta belleza inesperada.

Después de comer, volvemos al coche y en un par de horas estamos... ¡en Croacia! El cruce de culturas y estilos diferentes, que se alternan en pocos kilómetros, sigue sorprendiendo. Es el momento de disfrutar de las vistas panorámicas del sur de Croacia y de llegar a su ciudad más impresionante: Dubrovnik.

Su famoso centro histórico está rodeado por murallas del siglo XVI, lo que la convierte en una de las ciudades más bellas de Europa. Lástima por los turistas, demasiados para nuestro gusto. Después de la visita, escapamos a dormir a Castelnuovo en... ¡Montenegro! Así que sí, en un solo día hemos visitado tres países.

La mañana comienza con una visita al Monasterio de Savina, pero luego nos subimos al coche y nos dirigimos hacia la bahía de Kotor, entre Perast y Kotor, dos maravillas entre piedra, montañas y mar. Apuesto a que nunca habrías dicho que Montenegro es tan bonito, ¿verdad? Aprovechamos también para darnos un chapuzón, que nunca viene mal.

¡Y aún no hemos terminado! A última hora de la tarde nos dirigimos hacia Budva: un pequeño desvío de nuestra ruta, pero vale totalmente la pena. Es el momento de ver Sveti Stefan, quizás la joya más famosa de Montenegro. Una foto es obligatoria.

Llegamos a Podgorica cuando ya está casi anocheciendo y nos reponemos con una excelente cena montenegrina.

Podgorica, como toda capital, merece una visita. Pronto nos daremos cuenta de que el ambiente es completamente diferente al que dejamos atrás, pero aprovecharemos la oportunidad para sumergirnos de nuevo en la cultura local, lejos del turismo masivo.

Así, entre edificios sencillos, calles elegantes y hermosos parques urbanos, pasamos la mañana.

Por la tarde, llega el momento de otra maravilla: el lago de Shkodra. Es el lago más grande de la península balcánica y cuenta con un ecosistema muy rico. Se encuentra dividido a la mitad entre Montenegro y Albania, pero la parte montenegrina es la más salvaje.

Es el momento perfecto para perderse por los caminos de montaña y disfrutar de los increíbles paisajes que ofrecen, para luego bajar hasta las orillas del lago y respirar profundamente la tranquilidad del lugar.

Pero basta de hablar, ¡es hora de sacar los trajes de baño! Un buen baño es imprescindible.

Entre paseo y paseo, ya hemos cruzado nuevamente la frontera: hemos llegado a Albania. Esta noche dormiremos cerca de Shkodra, en una eco-granja que trabaja en proyectos de inclusión para personas desfavorecidas.

Claro, entre Albania y Croacia la diferencia es bastante notable y se percibe en cada rincón. No hemos podido evitar darnos cuenta de que estamos en un país económicamente deprimido, con grandes problemas relacionados también con la sostenibilidad ambiental.

Es el momento de nuestra inmersión cultural total: nos detenemos a entender bien dónde estamos y seguimos una visita guiada por la eco-granja que nos acoge, donde nos cuentan sus proyectos tanto para el medio ambiente como para la inclusión social. En la eco-granja, de hecho, un grupo de trabajadores con discapacidades cognitivas o socioeconómicas se esfuerzan cada día para llevar a cabo verdaderas misiones ecológicas. Nos contarán cuántos árboles han logrado plantar en los últimos años, ¡nos quedaremos boquiabiertos!

Ha llegado el momento de un poco de aventura. Alquilamos las canoas y nos damos un bonito paseo por el río Buna. Claro, no dejaremos de notar la gran cantidad de plástico que nos rodea, y, para quien lo desee, podremos unirnos a los chicos de la eco-granja en una limpieza del lugar.

Es el momento de un poco de romanticismo. Montemos las bicicletas y hagamos el recorrido que lleva de Shkoder a Shiroka.

¿Estamos cansados? No lo suficiente como para no ir a tomar una buena cerveza en Shkoder y luego disfrutar de un hermoso cielo estrellado en la eco-granja.

Hemos llegado al destino final de nuestro viaje. Hoy, una guía nos contará la historia de Tirana, sus monumentos, sus épocas superpuestas. Será sorprendente descubrir tantas cosas sobre la historia de Albania.

Luego, ¿han notado que muchos albaneses hablan italiano? Hoy descubriremos por qué.

Por lo demás, disfrutamos de nuestro último día: Tirana ofrece muchas opciones para disfrutar de algo de fiesta y algunos bares encantadores. ¡Seguro que aprovechamos la ocasión!

Ha llegado el momento de despedirnos: ha sido una semana increíble, llena de nuevos descubrimientos y nuevos amigos. Nos van a hacer falta los Balcanes, y también nos van a hacer falta nuestros compañeros de aventura. ¡Hasta la próxima aventura!