Los vuelos ida/vuelta hasta Malasia no están incluidos en la tarifa del viaje, de este modo podrás decidir desde dónde salir, a qué hora y con qué compañía aérea prefieres volar. ¡Lo hacemos así para darte la máxima libertad de elección!

Check-in en el hotel de Kuala Lumpur y reunión de bienvenida con el coordinador. ¡Más información sobre cómo funciona el meeting de bienvenida aquí! Es hora de empezar el tour como es debido... ¡comiendo, por supuesto! Esta noche hay que hacer nuevos amigos ¿y qué mejor manera de conocer a nuestros compañeros de viaje que alrededor de la mesa probando algunos platos locales? Y que no falte un buen brindis: ¡por el comienzo de esta aventura en la mejor compañía!

¿Listos para nuestro primer vuelo doméstico? Sí, porque cogeremos nada más y nada menos que 3 vuelos durante nuestro viaje, así que no olvidéis la regla de oro a la hora de hacer el equipaje: ¡menos es más!

Al llegar a Kuching tenemos el tiempo justo para ir a nuestro alojamiento, dejar las mochilas, tomar un bocado y... ¡a por la primera aventura del viaje! ¿Qué opciones tenemos? Nosotros os recomendamos sumergiros de lleno en la naturaleza con una excursión en barco: primero, nos dirigimos a la desembocadura del río Santubong, donde se suelen ver delfines Irrawaddy. Desde allí, seguiremos por los ríos y estuarios bordeados de manglares en busca de animales salvajes, incluidos los monos probóscide: a menudo se ven grupos de estos monos endémicos de Borneo entre los manglares a orillas del mar. Al caer la luz, nuestro capitán buscará luciérnagas y cocodrilos: sí, lo reconocemos, somos unos románticos y queremos que os enamoréis de este país con las luciérnagas (... y puede que de alguien más, ¡quién sabe!). Regresamos a Kuching a última hora de la tarde, listos para nuestra segunda cena en tierra malaya.

Nota: el tour en barco no está disponible en caso de mar agitado o lluvia intensa, y los avistamientos de animales no están garantizados. Si el tour tuviera que ser cancelado por mal tiempo, el coordinador propondrá otras actividades alternativas.

Vale, lo reconocemos: ¡somos fans del mono probóscide! Nos encantan, nos gustaría acariciarlos, pero primero... ¡tenemos que encontrarlos! Así que nos despertamos, desayunamos, duchita rápida y misión (im)posible: ¡vamos en busca de los monos! Nuestro destino es el parque nacional de Bako, uno de los mejores lugares de Sarawak por su vida salvaje, además del parque nacional más antiguo de Sarawak.

Además del mono probóscide, endémico de Borneo, tendremos la oportunidad de ver macacos de cola larga, lagartos monitor (no tenemos ni idea de cómo son, así que habrá que buscarlos en Google) y cerdos barbudos.

Ah, una cosa importante: la misión de hoy es bien intensita. Requiere compromiso y dedicación, así que el almuerzo estará incluido... ¡no tenemos tiempo que perder!

Regresaremos a Kuching a última hora de la tarde y tendremos la noche libre.

Hoy es el día en que conoceremos a los iban (¡cuidado con las cabeza!). De camino a la remota aldea de Ulu Ai, pararemos en el Bazar de Lachau, un pequeño mercado local donde podremos comprar algo de comer. Sobre las 2 de la madrugada, llegaremos a la orilla del lago Batang Ai y desde allí embarcaremos en un cómodo bote para remontar el río hasta nuestro destino final. El alojamiento de esta noche es una pasada: ¿alguna vez has dormido en una casa larga? Después de cenar, nos relajaremos en el ruai (porche comunal) y pasaremos un rato con los Iban, aprendiendo sobre su cultura y disfrutando del vino de arroz local.

Al día siguiente exploraremos los caminos de la jungla a lo largo del río para después subirlo hasta la impresionante cascada de Enseluai, donde podremos tomarnos un momento de relax y disfrutar de una barbacoa de la mano de los anfitriones Iban.

¡Esto sí que es aventura y lo demás son tonterías!

Hoy nos lo tomamos con calma. Bueno... más o menos. Será un día de viaje, pero en Borneo cualquier cosa puede convertirse en una aventura. Volveremos río arriba hasta el punto de partida, donde nos espera el transfer que nos llevará de vuelta a Kuching. Nos relajamos, damos un paseíto por el centro de la ciudad y nos ponemos rumbo al aeropuerto. ¿Next stop? ¡La playa nos espera!

¡Que levante la mano a quien no le guste la playa! Estaba claro... aquí no se mueve ni uno. Vale, estamos de acuerdo en que hoy toca relax en estado puro. Un momento de máximo disfrute que será difícil olvidar. Un barco, tres islas, snorkel y playas increíbles. Además... ¡la comida está incluida!

Mamá, ¡yo no vuelvo!

Otro día, otra aventura. Hoy tenemos que irnos, pero no sin antes visitar parque nacional Kota Kinabalu. 

No es de extrañar que el Parque Nacional Kinabalu haya sido el primer lugar de Malasia declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco, y con razón. La zona abarca un total de 754 kilómetros cuadrados (¡más grande que la isla de Singapur, para que os hagáis una idea!) y alberga más de 4500 especies de flora y fauna, 326 especies de aves y más de 100 mamíferos salvajes, lo que lo convierte en uno de los parajes biológicos más increíbles del mundo.

Después de la visita, seguiremos nuestra ruta hasta Sepilok.

Después de los monos probóscide, ¡no pueden faltar los orangutanes!

Un poco de explicación sobre el centro (es muy importante, así que léela): El Centro de Rehabilitación de Orangutanes de Sepilok se fundó en 1964 para la rehabilitación de orangutanes huérfanos y se convirtió en el primer centro de este tipo en el mundo. Hoy no solo se rehabilitan animales huérfanos, sino también los que llegan quemados o en estado grave como consecuencia de los numerosos incendios provocados que están devastando parte de la selva de Borneo con la única intención de crear suelo fértil para la producción de aceite de palma (presente en una inmensa cantidad de productos consumidos en "el primer mundo"). Actualmente, estos centros realizan una labor extraordinaria: restablecen la condición física de los orangutanes y les enseñan a sobrevivir en la selva con la esperanza de que algún día vuelvan a ser independientes.

No se trata de un zoo: los orangutanes se encuentran en libertad (la libertad que les permiten los 43 kilómetros cuadrados de terreno donde pueden moverse, jugar y comer) y si en algún momento alguno de ellos no vuelve, pues bueno... no es mala señal: significa que ya se vale por sí solo.

Ya está bien de rollos, ¡volvemos a nuestro viaje! Después de haber hecho algún que otro amigo orangután, llegamos a Kinabatangan y seguimos con otras sorpresas que descubriremos in situ (pequeño spoiler: tenemos previstos tres safaris)

Un momento, ¿dónde acabamos anoche? Algunos datos: fue en 1881 cuando William Pryer (creador de Sandakan) y primer residente británico en la zona, visitó el río Kinabatangan.

En torno al caudaloso río Bajo Kinabatangan se encuentra uno de los ecosistemas más ricos del mundo: además de ser el hogar de nuestros amigos los orangutanes y del mono probóscide, la selva que lo rodea es uno de los dos únicos lugares conocidos en el mundo donde se pueden encontrar 10 especies de primates.

Un crucero fluvial por el río al amanecer o al atardecer es la ocasión perfecta para contemplar la fauna salvaje: exacto, todo esto para deciros que hoy toca levantarse temprano, antes del amanecer. ¡A por nuestro último safari! Puede que incluso veamos al elefante pigmeo de Borneo comiendo a orillas del río. ¿Y qué hay de los cocodrilos? Sí, los cocodrilos de agua salada suelen dejarse ver, ¡pero nosotros no tenemos miedo!

Con esto termina nuestra aventura en Borneo antes de regresar a Kuala Lumpur.

Aquí estamos de nuevo, donde todo comenzó.

Buscamos un momento para visitar las Torres Petronas o, por qué no, para hacer las últimas compras. Después, nos reunimos todos para cenar ¡y así recordar los mejores momentos de esta maravillosa aventura!

Ha llegado el momento de las despedidas, pero siempre con una promesa: ¡nos volveremos a encontrar muy pronto en otro rinconcito del mundo!