Los vuelos de ida y vuelta desde/hacia España no están incluidos en el paquete, para que puedas decidir desde dónde salir, a qué hora y con la aerolínea que prefieras… Todo pensado para ofrecerte la máxima libertad de elección.

Hacemos check-in en el hotel de Cebú y salimos a dar un paseo por Cebu City, el principal centro urbano del sur de Filipinas. Esta ciudad fue el primer asentamiento español en el país, por lo que encontraremos muchas huellas de su pasado colonial. También es la ciudad más antigua de Filipinas, y su ambiente vibrante es realmente contagioso: ¡los bares y locales nocturnos son famosos en todo el archipiélago! ¿Qué tal si brindamos con un buen cóctel para empezar con el pie derecho?

Es hora de partir hacia nuestra primera isla inexplorada: ¡Bantayan! Subiremos a bordo de un cómodo van que nos llevará al puerto, donde nos espera un ferry. Durante la travesía, comenzaremos a sentir la atmósfera relajada de las islas, con el mar extendiéndose hasta el horizonte. Al llegar a Bantayan, nuestro viaje se convierte en un sueño hecho realidad: arena blanca finísima, palmeras balanceándose con la brisa y aguas cristalinas serán nuestro nuevo paisaje. Después del check-in, nos relajaremos en la playa y empezaremos a disfrutar de la paz y la tranquilidad de este rincón escondido de Filipinas. Por la noche, nos espera una cena con deliciosas especialidades locales, perfecta para brindar por el inicio de nuestra aventura.

La excursión a Virgin Island es una de las experiencias imperdibles de nuestra parada en Bantayan. Después de una breve navegación en una banca, la típica embarcación filipina, llegamos a esta pequeña isla paradisíaca que parece sacada de una postal. Virgin Island encierra el encanto, las vibras y los servicios de las mejores playas caribeñas, pero sin las multitudes de turistas que las abarrotan: ¡una rareza que debemos disfrutar y mantener en secreto solo para nosotros! Aquí también nos esperan playas de arena blanquísima, perfectas para nadar, hacer esnórkel y disfrutar de un punto ideal para saltos adrenalínicos al agua.

Por la tarde, regresamos a Bantayan para deleitarnos con el atardecer en otra hermosa playa, donde la magia del día se cierra con vistas inolvidables y una atmósfera de pura serenidad.

Por la mañana, tendremos la oportunidad de visitar una laguna de manglares y luego refrescarnos en las aguas frescas de una cueva… ¡dentro de un resort!

Después del almuerzo, nos espera nuestra embarcación típica filipina para llevarnos a las orillas de la inmaculada isla de Malapascua, una pequeña joya escondida en el corazón de Filipinas, famosa por sus playas vírgenes, su atmósfera auténtica y sus aguas cristalinas llenas de vida marina. La isla, con su encanto simple y genuino, es un paraíso para los amantes del mar y del relax. Aquí, el ritmo es pausado y la tranquilidad reina soberana. ¿Sabías que en Malapascua no circulan coches?

¡Armarse con aletas, máscara y tubo de snorkel! Nos espera una maravillosa excursión en barco con varias paradas para admirar paisajes submarinos únicos: desde un naufragio lleno de misterio, encantadores baby shark, hasta un espectacular jardín de corales repleto de peces de colores.

Después de nadar en las aguas turquesas como auténticos sirenitos —¡y con una divertida competencia de saltos desde el barco!—, podremos relajarnos en otra de las hermosas playas que ofrece la isla. Para cerrar el día de la mejor manera, disfrutaremos de un happy hour frente a un atardecer de ensueño, rodeados de buena compañía y la magia de este rincón paradisíaco.

Nos espera una emocionante inmersión con el majestuoso tiburón zorro. Malapascua es uno de los pocos lugares en el mundo donde se pueden ver de cerca estos fascinantes animales marinos, en total seguridad. Guiados por instructores expertos, nos sumergiremos en aguas profundas para admirar a estas elegantes y misteriosas criaturas!

Si no tienes certificación, puedes optar por el bautismo de buceo: una breve inmersión cerca de la costa para iniciarte en el apasionante mundo del submarinismo. Y para quienes prefieren explorar la superficie, siempre está la opción de hacer snorkel, rodeados de estrellas de mar y peces de colores que dan vida a los arrecifes.

Por la noche, nos sumergimos en la vibrante atmósfera del mercado local. Terminamos el día con una fiesta bajo las estrellas, con música local, baile y brindis junto a nuestros compañeros de viaje. ¡Hoy fue una mezcla perfecta de aventura, relax y diversión!

La última mañana en Malapascua comienza con calma, con el sonido de las olas dándonos los buenos días. Es el momento ideal para un último paseo por la playa y un café con vistas al paraíso antes de despedirnos de esta joya tropical.

Después del almuerzo, nos preparamos para dejar la isla, despidiéndonos con una última mirada desde el ferry, antes de dirigimos hacia Cebú. Una vez en la ciudad, es hora de disfrutar de nuestra última noche juntos: exploraremos nuevos sabores de la cocina filipina, nos perderemos entre los bares más animados o brindaremos por esta aventura con una copa en mano y vistas al skyline. Un cierre perfecto para un viaje que llevaremos siempre en el corazón.

¡Es hora de decir adiós! Después de estos días de detox y relajación, volvemos a casa, pero con el corazón lleno de recuerdos inolvidables. Gracias a esta increíble aventura juntos, nos hemos renovado y estamos listos para enfrentar el mundo con energía nueva. ¡Nos vemos en la próxima aventura WeRoad!