Los vuelos ida/vuelta hasta Creta no están incluidos en la tarifa del viaje, de este modo podrás decidir desde dónde salir, a qué hora y con qué compañía aérea prefieres volar. ¡Lo hacemos así para darte la máxima libertad de elección! Te recomendamos llegar al aeropuerto de Heraklion, donde recogeremos los coches de alquiler. Así podremos trasladarnos todos juntos hasta nuestro alojamiento. Por eso, lo ideal sería que consiguiéramos llegar todos antes de las 18:00.

Check-in en el alojamiento por la zona de Stalida y reunión de bienvenida. Estamos en la quinta isla más grande del Mediterráneo y en una semana tendremos la oportunidad de descubrirla poco a poco. Esta noche empezamos por sus sabores: la cocina típica de Creta nos sorprenderá con sus influencias griegas y turcas. ¿Qué probamos esta noche? Entre las especialidades de la isla que hay que probar sí o sí está el dakos, una especie de bruschetta local, y la horta, unas hierbas silvestres que crecen en esta zona, servidas con un chorrito de aceite, ¡una auténtica delicia!

Nuestro primer día en Creta comienza con una mañana dedicada a la visita del yacimiento de Cnosos, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Europa y el lugar donde, según la leyenda, se encontraba el laberinto en el que estuvo prisionero el Minotauro. Nos adentramos en los libros de la literatura, en la ciudad del rey Minos Ariadna, Dédalo e Ícaro.

Nuestro día continúa con un refrescante chapuzón y una merecida pausa para comer en la playa de Bali (no, no se preocupe, no hemos acabado en Indonesia, seguimos en Creta), con sus llamativas aguas cristalinas de color verde esmeralda y sus impresionantes calas de arena.

El resto del día queda a nuestra entera disposición: sin plan fijo, seguimos la corriente y nos dejamos cautivar por el casco antiguo de Heraklion, con sus plazas, cafés y pintorescos mercados.

Hoy tenemos un día libre para explorar Matala, un pintoresco pueblo virgen en la bahía de Messara, en la costa sur de la provincia de Heraklion. No será difícil dejarse hechizar por las hermosas aguas cristalinas del mar de Libia y el acantilado sobre la playa con sus cuevas prehistóricas.

Continuamos nuestro viaje de descubrimiento de la mayor de las islas griegas y sus paradisíacas playas. Hoy nos dirigimos a la parte oriental de la isla, en concreto a Agios Nikolaos, un encantador pueblo de pescadores que se ha hecho famoso por sus increíbles playas y su historia milenaria. Intentamos disfrutar al máximo de este lugar y, por qué no, también de un buen vaso de vino tinto.

Más tarde nos trasladamos a la bahía de Mirabella, el golfo más grande de las islas griegas y el quinto del Mediterráneo. Aquí disfrutaremos de un relajante paseo en barco por las aguas de la bahía y dejar que las olas nos bañen mientras disfrutamos ver cómo se oculta el sol en el horizonte.

Prepárate, porque no echaremos de menos el mar. Sol, playa y arena es lo que buscabas, ¿no?

Esta mañana partimos hacia la costa norte para viajar de Heraklion a Rethymnon, donde llegaremos al hotel que nos acogerá los próximos días. No hay prisa, nos tomamos nuestro tiempo para visitar Rethymno y disfrutar de las increíbles vistas que encontramos por el camino. Cada oportunidad, sean playas o calas serán una excelente excusa para detenerse y zambullirse en las cristalinas aguas de esta parte de la isla.

El despertador ya ha sonado: es hora de dirigirse a la costa este, a Kissamos, donde nos espera otro chapuzón en el mar. Arena blanca, agua turquesa, calas escondidas y la sombra de los enebros nos dan la bienvenida a este paraíso terrenal.

Aquí, si nos apetece, nos espera una mañana de snorkel para disfrutar de la vida marina y explorar los alrededores. Buceamos y nadamos por la costa hasta llegar a una piscina natural de roca. Poco después, nos encontramos en el interior de la oscura cueva de Kissamos, excavada en una antigua mina de hierro: al mirar a nuestro alrededor nos sentimos como en una dimensión de otro mundo. Nos dejamos cautivar por la oscuridad más profunda y el juego de luces creado por los reflejos del mar.

Nadamos cerca de unos altos pilones de la Segunda Guerra Mundial que aún permanecen en el mar y descubrimos que el hierro se extraía de la ladera y se transportaba por mar en este mismo lugar en aquella época.

Ojo, que también podemos decidir simplemente, tirar la toalla al sol y respirar ese aire con aroma a mar. El día está a nuestra entera disposición.

¿No se te ha abierto el apetito con tanta actividad? Después de nadar de regreso a la orilla y secarnos, es hora de tomar un tentempié. Por la tarde bajamos un poco el ritmo y nos tomamos tiempo libre para explorar Chania, también conocida como la Venecia de Oriente y la segunda ciudad más grande de la isla de Creta.

Esta mañana nos levantamos temprano: queremos llegar al destino de hoy mucho antes que los demás, para poder disfrutarlo en todo su esplendor. Nos referimos a la playa rosa de Elafonissi, que no sólo es una lengua de arena de mil tonalidades de rosa, sino también una zona protegida: las tortugas caretta-caretta vienen aquí a desovar, por lo que habrá zonas de la playa acordonadas para proteger a las crías.

Disfrutamos de la tranquilidad de las primeras horas de la mañana (suponiendo que hayamos conseguido levantarnos temprano) y buscamos un lugar donde extender nuestras toallas. También aquí el agua tiene un color de otro mundo, ¡y es imposible resistirse!

De regreso, nos detenemos en la playa de Falassarna, otra de las más bellas de esta maravillosa isla. Para nuestra última noche tenemos dos opciones: podemos decidir parar aquí y disfrutar de una cena al atardecer (¿alguien ha dicho gyros de pita?) o regresar a Rethymno.

El último día, el de las despedidas: decimos adiós a Creta, ¡pero nos vemos en el próximo WeRoad!

¡Ojo! Cuando compres tu vuelo de vuelta, ten en cuenta el tiempo de traslado desde La Canea hasta Heraklion.