Itinerario - Ibiza y Formentera 360°: aventura en Baleares

Los vuelos aéreos hacia/desde España no están incluidos en el paquete, por lo que podrás decidir desde dónde salir, a qué hora y con la aerolínea que prefieras. ¡Esto es para darle la máxima libertad de elección! Aterrizamos en Ibiza e inmediatamente sentimos en el aire la energía que sólo esta isla puede liberar.

El espíritu de celebración nos saluda nada más poner un pie fuera del aeropuerto. Recogemos nuestro equipaje, con una sonrisa en la cara y nos dirigimos a nuestro hotel, situado en la zona más animada de Sant Antoni. El viaje apenas comienza y ya sabemos que será inolvidable. Una vez llegamos al hotel, nos reunimos para la reunión de bienvenida con nuestro coordinador de WeRoad, quién nos hará un resumen de lo que nos espera en los próximos días, pero sin desvelar demasiado, porque la aventura se va viviendo momento a momento. Esto es sólo el comienzo, chicos. La primera noche la pasamos todos juntos cenando.

El sol comienza a ponerse, pero las risas y charlas no cesan. Entre platos típicos y brindis por inaugurar estas vacaciones de la mejor manera posible, nos damos cuenta de que hemos encontrado al grupo perfecto para salir de fiesta y vivir esta isla al máximo. Las primeras amistades ya han nacido y estamos sólo en el principio. Ibiza nos espera y estamos preparados para recibirla como es debido.

El segundo día en Ibiza comienza con gran energía: nos levantamos dispuestos a explorar dos de las calas más espectaculares de la isla… pero primero tenemos que acudir al alquiler de coches, ¿no? Licencias en mano y listo, ¡vamos a descubrir las playas de Ibiza!

La primera parada es Cala Vadella, una bahía que parece sacada de una postal. Playa dorada, agua cristalina y enseguida nos sumergimos para darnos un baño regenerador. Entre un baño y otro, nos relajamos bajo el sol, cerveza en mano y lista de reproducción en los oídos. Aquí el tiempo parece ralentizarse, pero no demasiado: nos espera la siguiente visita. Por la tarde, nos desplazamos hasta Cala d'Hort, otro paraíso escondido entre los acantilados. La vista de Es Vedrá nos deja boquiabiertos al llegar, pero es al atardecer cuando todo se vuelve mágico. Nos instalamos en un punto panorámico, el sol se pone lentamente en el horizonte y las sombras se alargan sobre el islote. Entre risas, historias y unas cuantas fotos rápidas, disfrutamos del espectáculo natural que parece hecho especialmente para nosotros. Es uno de esos momentos que difícilmente olvidaremos: Ibiza, su energía y la puesta de sol sobre Es Vedrá.

Hoy nos despertamos muy ilusionados, porque tenemos un programa que nos hará vivir la esencia más auténtica de Ibiza. Por la mañana, para los que quieran, nos espera una aventura especial: la excursión a la Cueva de Can Marça. Imagínate entrar en un antiguo recinto en medio de juegos de luces y formaciones rocosas impresionantes, mientras el mar rompe cerca. Es uno de esos lugares que te dan ganas de apagar el teléfono y disfrutar del momento.

Después de la excursión, el estado de ánimo cambia: ¿preparado para un poco de relajación? Nos dirigimos a Cala Benirras, uno de los lugares más mágicos de la isla. Y luego, cuando el sol empieza a ponerse el entorno se transforma en un sitio mágico. Los tambores empiezan a sonar y la playa cobra vida. El atardecer aquí no es sólo un atardecer, es un espectáculo. La energía que se respira es pura Ibiza: gente bailando, sonidos tribales, el cielo coloreado de rojo y naranja. Miramos a nuestro alrededor, sonreímos y entendemos que precisamente para momentos como este vinimos aquí. Sin embargo, el día no termina con la puesta del sol. De hecho, es sólo el comienzo. La noche de Ibiza nos espera, y no vemos la hora de dejarnos llevar en una de las discotecas más famosas de la isla. La energía está por las nubes, la música suena por todas partes y estamos listos para bailar hasta el amanecer.

Chicos, hoy nos lo tomamos con calma, porque después de la noche de ayer en la discoteca tenemos que recargar pilas. La mañana es toda nuestra: sin planes, sólo relajación total. Hay quien decide descansar un poco más, quien se aventura a descubrir los mejores bares para tomar un café y un croissant con vistas al mar, y quien quizás prefiera relajarse junto a la piscina. Sea cual sea la forma en que disfrutemos estas primeras horas, el ambiente es solo uno: sin prisas, sólo vibraciones de calma.

Cuando estemos todos preparados, nos dirigimos a Playa Compte, y aquí comienza la auténtica magia del día. Arena dorada, aguas turquesas y una vista de postal que parece haber sido puesta ahí especialmente para nosotros. Nos lo tomamos con calma, nos acomodamos con las toallas, y el resto del día transcurre entre una inmersión y otra, charlas bajo la sombrilla y momentos de puro relax. Algunos se dejan tentar por un mojito fresco, otros simplemente se pierden en el horizonte infinito que se abre ante nosotros. Esta playa es perfecta para desconectar de verdad y dejarse arrullar por el ritmo pausado de la isla. A la hora del atardecer, cuando el sol comienza a ponerse y los colores se vuelven más cálidos, nos preparamos para una cena tranquila. Esta noche no hay excesos, solo buena comida, risas y la compañía adecuada para acabar por lo grande este día de puro relax… además porque mañana temprano sonará la alarma: ¡Formentera nos espera!

Hoy nos vamos a Formentera, la perla de Baleares. A levantarnos temprano, porque el ferry nos espera y estamos deseando poner un pie en este paraíso. El mar ya está ahí brillando bajo el sol y nosotros estamos listos para sumergirnos en este día tan especial. Tan pronto como llegamos, inmediatamente nos subimos a nuestras bicicletas, la manera perfecta de explorar la isla. Nada de tráfico, solo nosotros, el viento en el pelo y el olor a mar que nos acompaña. La primera parada es Platja de Ses Illetes, una de las playas más famosas del mundo. No hace falta decirlo, el agua aquí es tan transparente que se siente como si estuvieras volando.

Disfrutamos del sol, un poco de relajación, tal vez algunas inmersiones, y luego volvemos a montar, dirigiéndonos hacia Es Pujols. Este pueblo es el corazón palpitante de Formentera: un café frente al mar para recargar energías, charlar y emprender nuevas aventuras. Pedaleando por la costa, nos sumergimos en paisajes de postal, pasando por Sant Ferran y llegando al Faro de La Mola, un lugar mágico, desde donde se puede admirar el infinito. La vista desde aquí nos dejará sin aliento, perfecta para algunas fotos (¡y hacer que todos tus amigos en casa se pongan verdes de envidia!). El tiempo vuela y nos damos cuenta de que ya casi es hora de regresar. Pero antes, una parada obligada: Cala Saona. Otra playa increíble, con el sol empezando a ponerse y tiñéndolo todo de naranja y rosa. Paramos para el último baño del día, con la sensación de que desearíamos que no terminara nunca. El ferry nos lleva de vuelta a Ibiza, cansados pero felices, con las piernas ligeramente doloridas y el corazón lleno de recuerdos. Formentera nos regaló emociones únicas y ya estamos preparados para la próxima aventura. ¡Esta es la vida que nos gusta!

Hoy es uno de esos días que empiezan con buen pie: desayunamos rápido y nos vamos a descubrir las maravillas de Ibiza. Dirección: Cala Salada y Cala Saladeta. El nombre por sí solo es suficiente para hacernos añorar el mar y, de hecho, estamos ansiosos por sumergirnos en estas dos joyas escondidas a tiro de piedra de nuestro hotel. Cala Salada es la primera parada: arena dorada, agua transparente y todo el ambiente adecuado para relajarse después de las locas veladas ibicencas. Pero lo mejor está por llegar. Basta seguir un pequeño sendero que sube entre rocas y pinos y nos encontramos frente a Cala Saladeta, una pequeña playa que parece salida de un sueño. Aquí no hay tumbonas ni bares, sólo pura naturaleza. Es pequeña, íntima, como una piscina natural, perfecta para darse un chapuzón y hacer unas fotos que darán envidia a todos. Las aguas son cristalinas y, a un lado, también se encuentran las típicas casas de pescadores que dan ese toque rústico y encantador que nunca viene mal.

Después de una mañana relajante, almorzamos libremente: cada uno elige lo que prefiere, tal vez un sándwich con los pies en la arena o un almuerzo rápido en uno de los bares más cercanos. La tarde está dedicada a un cambio de aires: nos trasladamos al casco antiguo de Ibiza. Aquí, entre calles estrechas, casas blancas y vistas de postal, nos sumergimos en el encanto histórico de la isla, pero siempre con ganas de divertirnos y vivir cada momento al máximo. ¿La tarde? Cena fuera, por supuesto, y luego quién sabe... ¡tal vez una visita a Ushuaia para terminar el día con estilo! Ibiza nos espera y estamos preparados para vivirla al 100%.

Último día en Ibiza y el aire es perfecto: ¡sin planes preestablecidos, solo muchas ganas de disfrutar cada momento! Podemos hacer lo que queramos: volver a nuestra playa favorita para darnos un último chapuzón en esas aguas cristalinas o quizás explorar alguna cala escondida que aún no hayamos descubierto. O, si estamos de humor, nos subimos todos a un barco y nos vamos, nos dejamos arrullar por las olas durante todo el día, con el sol calentándonos la piel y la música acompañándonos mientras brindamos por nuestra aventura.

Ya sea con los pies en la arena o en mar abierto, sabemos que será un último día memorable, lleno de risas, charlas y relax. Y cuando el sol empieza a ponerse, es sólo el comienzo del gran final: ¡la noche ibicenca nos espera! Las opciones son infinitas, desde clubes de playa con música que nos hace bailar bajo las estrellas hasta esas famosas discotecas donde la fiesta nunca termina. ¿La única regla? Hay que acabar estas vacaciones con nota alta, con una sonrisa en la cara y ganas de divertirnos al máximo.

Tenemos que decir adiós: ¡nos vemos muy pronto en un nuevo WeRoad!