Los vuelos ida/vuelta hasta Marruecos no están incluidos en la tarifa del viaje, de este modo podrás decidir desde dónde salir, a qué hora y con qué compañía aérea prefieres volar. ¡Lo hacemos así para darte la máxima libertad de elección!

Check-in en el hotel de Fez y reunión con el grupo. Descubre aquí cómo funciona el encuentro. Empezamos con buen pie: la antigua ciudad de Fez es una mezcla de sabores y aromas que nos sobrecogerá enseguida, así que vamos a sumergirnos en la medina y a familiarizarnos con la comida de aquí. Para terminar el día, ¡nos espera una cena típica en un riad!

Nos levantaremos temprano para aprovechar al máximo nuestro día en Fez, y solo hay un lugar por el que empezar: la medina, que es la ciudad fortificada mejor conservada de todo el mundo islámico y patrimonio de la humanidad de la Unesco. Se trata de la zona urbana sin coches más grande del mundo, y podemos perdernos en su laberinto de calles estrechas mientras admiramos los azulejos de colores y nos hacemos una idea de cómo se ha vivido aquí durante siglos. Pasearemos por los ajetreados zocos de venta de especias y artículos de cuero, y podemos detenernos a visitar la madrasa de Al Attarine, uno de los edificios más bellos de la ciudad. Nuestro guía local nos contará historias sobre esta ciudad histórica, nos mostrará sus rincones ocultos y nos dará una idea de la vida cotidiana de los lugareños. Por el camino, probaremos muchas de las mejor comidas callejeras de Marruecos y algunas especialidades de esta región.

Nos despedimos de Fez y nos ponemos en marcha para llegar a la joya del norte de Marruecos, la bella Chefchaouen. El viaje para llegar a la famosa Ciudad Azul es bastante largo y podría durar hasta 4 horas en coche. Pero no nos desesperamos: de hecho, el mágico paisaje marroquí fluye por la ventana, y podremos admirar extensiones de olivos y cítricos, alternando con pastos de ovejas y pequeños pueblos. Todo ello con las espectaculares montañas del Rif como telón de fondo.

Nada más llegar a la Ciudad Azul dejamos las mochilas en el hotel y empezamos a explorar la perla de Marruecos desde la Medina: sumergirse entre las paredes pintadas en varios tonos de azul será increíble y muy especial. La mejor manera de vivir esta ciudad es perderse por sus calles, así que dejemos los mapas y, por una vez, ¡sigamos nuestro instinto! Al atardecer, sin embargo, debemos llegar a un mirador especial desde la Mezquita Española, que se abre a una vista única de la ciudad. ¿Preparados para hacer mil fotos?

Hoy volvemos a madrugar, pero merecerá la pena porque abandonamos la ruta turística y nos dirigimos a las montañas del Rif. De camino a Tánger haremos una parada para admirar las Cuevas de Hércules.

Nuestro último viaje será a la ciudad de Tánger, que vigila el estrecho de Gibraltar y el Mediterráneo. Durante siglos, Tánger ha sido la puerta de Europa a África y ha atraído a artistas, poetas y escritores en busca de inspiración. Decidiremos cómo pasar nuestra última tarde. Podemos explorar la kasbah y la medina, buscar recuerdos en el Gran Zoco Socco o pasear por el paseo marítimo. También podemos ir al Petit Socco y elegir uno de sus emblemáticos cafés para tomar un té a la menta y contemplar el mundo pasar. Cuando se ponga el sol en nuestro viaje a Marruecos, disfrutaremos de nuestra última cena todos juntos, una oportunidad para recordar la corta pero dulce aventura que hemos compartido.

Ha llegado la hora de las despedidas. Seguro que Marruecos ha llegado a nuestros corazones, pero toda gran aventura llega a su fin. ¡Hasta la próxima aventura WeRoad!