Un viaje por carretera en Rumanía ofrece sorpresas a cada paso: este país de Europa del Este es una joya "oculta" que a menudo se subestima pero que estamos ansiosos por descubrir. Desde la vibrante capital, Bucarest, hasta los impresionantes paisajes de Transilvania, estamos listos para salir a la carretera en una aventura de 8 días que nos dejará sin aliento.

Nuestro viaje a Rumanía comienza en Bucarest, una capital que sabe mezclar el encanto de Europa del Este con la vitalidad de una ciudad moderna. Pero es a partir del segundo día cuando comienza la verdadera aventura: recogemos nuestros coches de alquiler y nos ponemos en camino hacia Sinaia y Brasov. Nos topamos con lugares de cuento de hadas como el Castillo de Peles y luego experimentamos el misterioso encanto del Castillo de Bran, el hogar del legendario Drácula. Nos movemos entre los pueblos medievales de Transilvania, parando en Viscri, donde el tiempo parece haberse detenido, y en Sighisoara, lugar de nacimiento de Vlad el Empalador, donde paseamos por sus calles empedradas y coloridas, respirando una atmósfera única. Imprescindible la Mina de Sal de Turda, una auténtica joya subterránea que nos dejará boquiabiertos, aunque el plato fuerte llegue el quinto día: la famosa Transfagarasan Road, una de las carreteras más espectaculares del mundo, con curvas impresionantes y vistas de postal. Llegamos al lago glaciar de Balea, un lugar mágico enclavado en la montaña, para luego volver a sumergirnos en la naturaleza, esta vez en el lago de Vidraru, y visitar Curtea de Arges, con su abadía rica en historia y leyendas. De regreso a Bucarest disfrutaremos de un momento de relajación en el spa de la ciudad para recargar pilas antes del vuelo de regreso. Rumania, ¡estamos listos para descubrirte y dejarnos sorprenderte!