Itinerario - México: Día de Los Muertos hasta La Riviera de Nayarit

Los vuelos de ida y vuelta a España no están incluidos en el paquete de viaje, por lo que puedes decidir desde dónde salir, a qué hora y con qué aerolínea prefieres. Esto es para darte la máxima libertad de elección😊 Check-in en el hotel en Ciudad de México y reunión de bienvenida. Esta ciudad es una de las más grandes del mundo, así que si es normal sentirse un poco perdido, pero no pasa nada: la buena comida y la calidez de la gente nos harán sentir como en casa. Comenzamos nuestra aventura con una muestra de la bondad mexicana: para empezar... ¿guacamole para todos?

No se puede venir a México y no ver un complejo arqueológico azteca. A pocos kilómetros de la capital está Teotihuacan, donde se encuentra la Pirámide del Sol y la Luna, una de las construcciones aztecas más antiguas de Mesoamérica. Estas pirámides se construyeron durante los tres primeros siglos de nuestra era, pero los estudiosos aún no saben qué civilización fue la que la construyó, por lo que existe un aura de misterio en este lugar y su papel en el resto de la región (se rumorea que fue un portal al espacio, ¡quizá encontremos alguna prueba que confirme esta hipótesis!)

La vibrante capital de México, construida sobre los restos de la antigua capital azteca Tenochtitlán, ofrece una mezcla única de cultura y modernidad. A última hora de la tarde podemos empezar a explorar la ciudad desde la Catedral Metropolitana hasta la Plaza de la Constitución (El Zócalo), centro de identidad nacional del país, o también podemos acercarnos a los preciosos murales del Palacio de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional o el Museo Mural Diego Rivera, y la Casa Museo Frida Kahlo en el colorido barrio de Coyoacán. Para acabar bien, esta noche... ¿listos para la cena de bienvenida?

Nos despedimos de la capital porque hoy comienza oficialmente nuestro viaje por carretera: subimos a nuestro monovolumen y ponemos rumbo al oeste: ¿primera parada? Cuitzeo del Porvenir, una pequeña ciudad de arquitectura colonial con vistas al lago del mismo nombre, el segundo más grande de México. Después de más de tres horas en el coche, estiramos las piernas con un paseo por el centro de la ciudad y luego elegimos un pequeño restaurante con vistas al lago donde comer algo, ¿ha llegado el momento de probar unas gorditas o unas quesadillas?

Ya somos conscientes de que aquí en México vamos a engordar al menos 3 kilos (¡y con mucho gusto!). Recorremos los últimos kilómetros hasta llegar a nuestro destino final de hoy, Morelia. Esta ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y capital de la región de Michoacán, es un deleite para los ojos: las calles del casco antiguo, donde la arquitectura colonial española se mezcla con la prehispánica por doquier, conducen a la Catedral de la Transfiguración del Señor, el corazón palpitante de la ciudad. Podemos venir aquí después de la cena: por la noche, de hecho, el edificio iluminado es aún más mágico y se impone majestuosamente en la plaza contigua- ¡seguro que ya hay alguna celebración y nos apuntamos!

¡Otro dia, otra aventura! Nos levantamos y nos lanzamos a la carretera: hoy nos dedicamos al pueblo de Tzintzuntzán, antigua capital del Imperio Purépecha y que aún conserva muchos rasgos y tradiciones de la cultura prehispánica. Exploramos el sitio arqueológico, que se encuentra en medio de un entorno privilegiado a orillas del río Pátzcuaro, para después visitar el pueblo. Aquí encontramos un mercado al aire libre bastante emblemático, lleno de productos artesanos coloridos. Aquí los habitantes y artesanos son también famosos por su hospitalidad: ¡podemos llevarnos algún recuerdo de alguno de los puestos - por ejemplo, una calaverita! Regresamos al hotel y disfrutamos de algo de tiempo libre.

El Día de los Muertos es considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde 2008. Hoy llegamos a Pátzcuaro, el corazón palpitante del culto a los Muertos: no hay mejor lugar en el mundo para vivir plenamente esta fiesta tan sentida en México y entender todos sus fascinantes aspectos. "La vida de los muertos está en la memoria de los vivos". En estos primeros días de noviembre, los cementerios se tiñen con el amarillo y el naranja del cempasúchil (caléndulas indias), las tumbas se rodean de altares de los muertos y se adornan con ofrendas a los difuntos, las familias se reúnen, las calles se llenan de adornos y puestos donde se pueden comprar calaveritas de azúcar (dulces típicos), pan de muerto (un pan aromatizado con flores de azahar), objetos religiosos, calacas y calaveras (esqueletos y calaveras decorados con flores que representan la muerte), todo para celebrar la vida y recordar a los que ya no están con nosotros.

La historia cuenta que en la noche del 2 de noviembre, al ponerse el sol, las almas de los muertos se levantan de la tumba y visitan el mundo de los vivos, reuniéndose con sus seres queridos. Esta tarde cogemos la lancha y ponemos rumbo a la Isla de Janitzio, la más grande del Lago de Pátzcuaro: en este lugar el Día de los Muertos se celebra a lo grande. Las familias se sientan alrededor de las tumbas llevando comida, velas, fruta, dulces y así pasan toda la noche honrando y recordando la vida del difunto. Nos sentiremos envueltos por esta tradición tan conocida mundialmente.

Nos despedimos a regañadientes de Pátzcuaro y llegamos a Guadalajara justo para comer - ¡estamos en la capital de la comida callejera y el tequila, así que no tenemos más opción que aprovecharlo! Después de tomar un pambazo o el plato preferido de los lugareños, las tortas ahogadas, nos ponemos cómodos y disfrutamos de un espectáculo de mariachis - grupos musicales (que seguramente todos conozcamos) que tocan música típica, vestidos con trajes tradicionales de charro (jinete tradicional mexicano) incluyendo unos sombreros que, definitivamente, no se definen como sobrios.

Por la tarde exploraremos el centro de Guadalajara empezando por el casco antiguo - la majestuosa catedral que domina la Plaza de Armas llama inmediatamente nuestra atención. Nos adentramos entonces en las callejuelas del centro hasta llegar al mercado San Juan de Dios, donde podemos darnos un capricho: consta de tres plantas en las que podemos encontrar de todo, desde zapatos de cuero hasta hierbas aromáticas pasando por máscaras de lucha mexicana. Para la noche, buscamos un lugar donde podamos degustar algunas cervezas artesanales y llevarnos a la boca más tacos.

¿Y si te decimos que hoy vamos a probar el tequila... en Tequila? En una hora aproximadamente estaremos en el pueblo que dio nombre al famoso destilado, y de paso visitaremos una plantación de agave tequilana azul, la planta con la que se elabora el tequila: conoceremos el proceso de producción y, por supuesto, probaremos diferentes tipos de tequila - ¿nos ofrecerán incluso sal y limón? después vamos a hacer un recorrido por este pintoresco pueblo mexicano lleno de color y alegría.

Nos dirigimos al sur de la costa de Nayarit, en la región de Bahía de Banderas se encuentra Sayulita, pequeño paraíso adornado por la hermosura del mar, la reciedumbre de los acantilados, ríos, lagunas y los esteros plenos de vida marítima, las playas plácidas de arena blanca características naturales de sus olas. Si alguna vez pensaste en querer ser surfer ésta es la playa idónea para tomar clases, por la tranquilidad de su oleaje y porque, además, ahí se concentran los mejores surfistas de la región, dispuestos a enseñarte a vivir, ¡te lo aseguramos! una de tus mejores experiencias.

Nos levantamos temprano y vamos a pasar el día en un antiguo pueblo de pescadores en Nayarit que se ha convertido en un lugar de ensueño. San pancho es un semillero donde existen diversos proyectos comunitarios y privados con diferentes enfoques: arte, cultura, asistencia social, protección y rescate de animales. Caminaremos por la Plaza del Sol donde confluye una gran mezcla de culturas para después regresar antes del atardecer a Sayulita.

Imagínate una cueva, abierta al cielo, en la cual una playa de arena blanca se encuentra con las brillantes aguas azules del Océano Pacifico escondido dentro de una exuberante isla tropical. Accesible solo cuando la marea está baja, la playa en sí es el paraíso de un soñador (o de un amante), aunque hoy en día no es tan secreto como lo era antes pero, ¿eso realmente importa cuando estás tomando el sol en la playa mientras entra a raudales a través del techo de la cueva bordeada de vegetación? No estarás sólo, pero sentirás que estás a un millón de kilómetros de tu vida cotidiana.

Para los entusiastas de la naturaleza, ¡no puede haber un lugar más perfecto! Haremos una excursión con almuerzo incluido, barra libre, equipo de snorkel, kayak o paddle board. Después de un día lleno de entusiasmo nos vamos por la tarde a Puerto Vallarta.

Llegamos a una de las playas mas famosas de Mexico por su autenticidad y folclor. Pasaremos el día disfrutando de esta hermosa playa. Una vez que empieza a bajar la tarde, el Malecón es el lugar perfecto para observar los espectaculares colores del atardecer. Esta noche ha llegado el momento de brindar y recordar todos los momentos pasados ¡en nuestra cena de despedida!.

Al caer la noche será momento de dejarte llevar por la energía de la vibrante vida nocturna que se vive en los diferentes bares y clubes nocturnos del Centro.

Ha llegado el final de nuestro viaje, conscientes de que hemos vivido intensamente cada momento pasado en México: ¡nos vemos pronto, en la próxima aventura WeRoad!