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Check-in en el hotel de Seúl, ¡así funciona el encuentro!

Nuestro viaje a Corea del Sur comienza en la capital: ¡la vibrante y culturalmente rica Seúl! Dependiendo de nuestra hora de llegada, ya podemos decidir visitar los primeros lugares emblemáticos de la ciudad, pero desde luego no podemos perdernos una visita al barrio de Hongdae, perfecto para nuestra primera velada juntos y para degustar quizás un excelente "bibimbap", uno de los muchos platos típicos, hecho de arroz con verduras y carne.

Hoy vamos a explorar los templos más emblemáticos de la ciudad, que se alzan entre un rascacielos y un palacio futurista: ¡así es la belleza de la capital! Podemos empezar por el majestuoso palacio de Changdeokgung, una de las residencias favoritas de la dinastía Joseon, que se alza en un precioso parque, y luego hacer un viaje al pasado en el distrito de Bukchon Hanok. Su nombre, que significa "pueblo del norte", proviene de su ubicación entre los palacios reales de Gyeongbokgung y Changdeokgung, y es famoso por sus casas tradicionales llamadas hanok.

Esta mañana, nuestro guía nos espera para adentrarnos en la tradición coreana: subimos a los modernísimos trenes coreanos para llegar a Andong. Visitamos el pueblo de Hahoe, conocido por sus casas tradicionales hanok, su pintoresca ubicación, como podemos ver en el museo de máscaras, y su fuerte conexión con la historia y la cultura coreanas. El pueblo ha conservado gran parte de su aspecto original, que data de hace más de 600 años. También podremos degustar un plato típico de Andong, el Jjimdak. Después de comer, tendremos tiempo para explorar este pueblo y disfrutar de algo de tiempo libre.

Sin embargo, no hemos llegado a nuestra última parada por hoy: es hora de seguir hacia Gyeongju, la antigua capital de la dinastía Silla. Por la tarde ya podemos ver el palacio Donggung y el estanque Wolji pero, además de historia, Gyeongju es una ciudad animada y llena de gente joven: ¿qué mejor ocasión para comer las especialidades de Gyeongju con los amigos? No te desvelaremos nada, ¡pero tus papilas gustativas te lo agradecerán!

Esta mañana nos levantamos con tranquilidad para poder disfrutar mientras paseamos por las calles de Gyeongju. La ciudad está considerada un museo al aire libre por toda su belleza artística, como el templo Bulguksa. Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1995, es un complejo de templos budistas que data originalmente de alrededor del año 600, pero que ha sido destruido y reconstruido a lo largo de la historia; aun así, es una locura. Cerca de allí, también podemos visitar la cueva de Seokguram, un templo budista excavado en la roca que alberga una estatua de Buda de 4 metros de altura.

Por la tarde, nos damos un último capricho cursi y tomamos el tren exprés hacia Busan para dirigirnos a donde dormiremos esta noche. ¿Sabías que hay una película titulada «Tren a Busan»? Por supuesto que hay zombis a bordo del tren... ¿será también nuestro caso? Comprobaremos el destino, pero en cualquier caso, estamos listos y equipados

Hoy dispondremos de dos días completos para disfrutar de la ciudad de Busan sin prisas, así que decidiremos juntos cómo pasar estos días. Nos esperan hermosas playas, como Haeundae y Gwangalli, podemos visitar el Templo Beomeosa, uno de los templos budistas más antiguos e importantes de Corea, y después acercarnos al bullicioso Mercado Gukje, donde encontraremos una gran variedad de tiendas, restaurantes y puestos de productos locales, recuerdos y comida callejera.

Podemos completar la tarde con una visita al Centro de Cine y, hacia el anochecer, despedirnos de la ciudad desde lo alto de la colina, en la Aldea Cultural de Gamcheon, un pintoresco y colorido barrio de calles serpenteantes. Desde aquí arriba, la vista de la ciudad es un espectáculo, ¡así que procura venir para ver la puesta de sol!

Antes de dejar Busan, vamos a ver uno de los templos más bonitos de Corea, construido justo frente a las olas del mar, ¡el Yonggungsa! Después almorzamos una sopa Dwaeji Gukbap (hecha con carne de cerdo tierna y suculenta) en Nampo-Dong y volvemos a la carretera con nuestro tren, ¡hacia Seúl! Esta noche, para brindar por nuestro regreso a la capital, ¿qué tal una pequeña fiesta? Podemos ir a Itaewon si nos apetecen echar un par de bailes, o incluso podríamos darnos un capricho en un bar con clase de Gangnam... ¿te suena el nombre? ¡Todo normal! ¡El nombre de la famosa canción Gangnam Style viene de aquí mismo!

Los mercados tradicionales nos enseñan mucho sobre la cultura local, ¿verdad? Así que empecemos el día en el mercado de Gwangjang, uno de los más antiguos y grandes de Seúl, perfecto para ver la frenética vida coreana, comprar algunos recuerdos y, sobre todo, ¡disfrutar de la comida callejera!

Por la tarde, en cambio, recorremos kilómetros por la calle Insadong, ¡entre muestras de arte tradicional y niños inmersos en su cultura K-pop! ¿Quizá nos apetezca un karaoke nocturno para descubrir nuestros talentos ocultos? ¡Todo es posible en Seúl!

Después de tantos templos e historia, es hora de ver también el alma más moderna de Seúl. Un ejemplo perfecto es el Dongdaemun Design Plaza, un centro de convenciones de arquitectura sinuosa, ¡con un parque en la azotea! Como ya estamos en las alturas, no podemos perdernos la subida a la N Seoul Tower, desde la que admiraremos la increíble metrópolis coreana, ¡la forma perfecta de despedirnos de este país que hemos descubierto en todas sus facetas!

Desgraciadamente, ha llegado el momento de volver a casa: sin duda somos más ricos de corazón y de espíritu, ¡nos vemos en la próxima aventura con WeRoad!