Los vuelos aéreos hacia/desde España no están incluidos en el paquete, por lo que podrás decidir desde dónde salir, a qué hora y con la aerolínea que prefieras. ¡Esto es para darle la máxima libertad de elección!

Check-in en el hotel de Londres y reunión de bienvenida alrededor de las 6:00 p.m. es el momento perfecto para disfrutar de una experiencia gastronómica típica. Para la noche buscaremos un acogedor gastropub con una amplia selección de cervezas artesanales y platos tradicionales británicos: un plato de fish and chips o un Steak and Ale Pie, acompañado de una pinta de cerveza local, ¡para brindar por el inicio de nuestro viaje juntos! Una velada perfecta inmersa en la cultura culinaria de Londres.

Hoy Londres nos dará vueltas la cabeza (¿conoces el London Eye?). Nuestro día comienza con un toque de realeza en el cambio de guardia en St James's: imagina a los oficiales con uniformes inmaculados y sombreros de piel marchando con precisión coreográfica, una visión que nos hará preguntarnos si nosotros también podríamos mantener la cara seria con ese sombrero en tu cabeza.

Después de saludar a la realeza (aunque sea de lejos), daremos un paseo hasta el Palacio de Buckingham. Por supuesto, no entraremos a tomar el té con la Realeza, pero admirar la majestuosidad del palacio desde el exterior ya es una experiencia imperdible. Tomemos unas cuantas fotos, y luego llega el momento de relajarnos en Hyde Park. Aquí, entre paseo y paseo, podremos tomar el sol (si la famosa lluvia londinense decide darnos un respiro), patinar sobre hielo -sólo en invierno, claro- u observar a la gente pasar. Con el estómago revuelto, nos dirigimos al Hard Rock Café, donde podremos comer hamburguesas que desafían las leyes de la gravedad, rodeados de recuerdos del rock que nos harán sentir como auténticas estrellas. O, si preferimos algo más refinado, la Tienda Sally Clarke nos deleitará con sus delicias artesanales.

Por la tarde nos esperan monumentos que no necesitan presentación. Pasaremos por la grandiosa Catedral de Westminster y la histórica Abadía, preguntándonos si la piedra realmente puede contar historias. Spoiler: ¡puede! Continuamos hasta el icónico Big Ben y terminamos el día con estilo subiendo al London Eye. Mientras la noria nos eleva hacia el cielo, tendremos una vista impresionante de toda la ciudad. Es el momento perfecto para reflexionar sobre todo lo que hemos visto y hecho en un solo día, y tal vez tomas épicas fotos de la ciudad.

¡Londres te llama y esta aventura será tan memorable como un riff de guitarra de los Beatles!

¡Hoy la realidad se mezcla con el mundo mágico de Harry Potter! Nuestra aventura comienza con un recorrido a pie de tres horas para descubrir los lugares más emblemáticos de la saga del mago. Con el mapa del Merodeador en mano (o, más probablemente, Google Maps), visitaremos los lugares que dieron vida a las escenas más memorables. Nos sentiremos como estudiantes de Hogwarts, con un toque de estilo londinense. Una parada obligada es King's Cross, donde nos espera el famoso andén 9 y 3/4. Preparémonos para colocar el carrito de equipaje contra la pared, tratando de no atraer demasiadas miradas de perplejidad por parte de los pasajeros no mágicos.

Después de esta intensa mañana de encantos y fotografías, llega el momento de relajarse un poco en el barrio más chic y bohemio de Londres: Notting Hill. Paseando por sus coloridas calles nos sentiremos personajes de una película romántica (sí, la de Hugh Grant y Julia Roberts). Almorzaremos en uno de los muchos cafés de moda del barrio y, tras recargar pilas, nos perderemos entre los puestos del famoso mercado de Portobello Road, donde encontraremos de todo: desde discos de vinilo vintage hasta ropa de los años 50 (y todo lo que hay en el medio). Quién sabe, ¡quizás incluso nos topemos con algunos objetos mágicos! Terminamos el día tomando un cóctel en uno de los bares de moda de la zona, brindando por nuestro fantástico día de aventuras en Londres.

Hoy nos lo tomamos con calma, porque merecemos un poco de relax tras las emociones de los últimos días. Empezamos el día sin prisas. En cuanto estemos listos, nos dirigimos a Camden. Este barrio es un auténtico paraíso para los amantes del shopping alternativo. Encontraremos desde ropa vintage hasta los gadgets más extraños que podamos imaginar. Mientras paseamos por los puestos del mercado, respiramos la atmósfera única y un poco loca que hace que Camden sea tan especial. Y luego, brunch: elegimos uno de los muchos lugares de moda y nos preparamos para disfrutar de deliciosos platos que parecen sacados directamente de una revista de diseño gastronómico. Tostadas de aguacate, tortitas con sirope de arce, huevos benedictinos... ¡tenemos mucho donde elegir! Y no nos olvidemos de un buen café, porque aún nos queda alguna aventura por delante.

Por la tarde tenemos unas horas libres, pero si quieres algún consejo no te pierdas un paseo por el vibrante BrickLane. Este barrio es un auténtico museo al aire libre para los amantes del arte callejero y los murales. O podemos optar por una auténtica visita obligada: Madame Tussauds de Londres, uno de los museos de cera más famosos del mundo. Y para terminar este día (y este viaje) por todo lo alto, nos reunimos todos a las 18.00 horas para un crucero por el Támesis seguido de una última cena juntos en un restaurante de Londres: brindemos por esta aventura con un cóctel o una copa de vino, recordando los mejores y más divertidos momentos de nuestra estancia.

Así es Londres: una ciudad que no deja de sorprender y enamorarnos. ¡Salud a Londres y salud a nosotros!

Tenemos que decir adiós: ¡nos vemos muy pronto en un nuevo WeRoad!