Los traslados a tu destino no están incluidos en el paquete, por lo que podrás decidir desde qué ciudad o estación salir, a qué hora y con el medio de transporte que prefieras. Esto es para darte la máxima libertad de elección. A Mestre (VE) se puede llegar en avión, tren o incluso en autobús desde algunos puntos de Italia. ¡Así funciona el momento de la primera reunión!

Nos reunimos en Mestre, parte de la Ciudad Metropolitana de Venecia. Inicialmente una zona rural en el continente con vistas a la Laguna de Venecia, la zona de Mestre ha experimentado tal desarrollo a lo largo de los años que se ha convertido en una encrucijada fundamental en el noreste de Italia. Trenes y autobuses la conectan con la isla de Venecia con una espera máxima de 10/12 minutos y su centro es animado y acogedor para comenzar este viaje con un excelente spritz y algún cicchetto.

Hoy llegamos a la ciudad del amor: Venecia (vale, París también, pero en ese caso es cuestión de gustos). Podemos elegir llegar a Venecia en tren o en autobús, en ambos casos cruzamos el sugestivo Ponte della Libertà suspendido sobre la Laguna de Venecia para llegar a la ciudad con más de 400 puentes: ¿listos para subir escaleras? Podemos optar por recorrer Venecia a pie, muy recomendable, o tomar el vaporetto. No podemos perdernos paradas icónicas como la Plaza San Marco con su Palacio Ducal, la Basílica de San Marcos y el Campanario. Pero se dice que Venecia es un museo al aire libre, lleno de vistas románticas y atemporales para inmortalizar y dejarse transportar por ellas. También podríamos subir a la Terrazza del Fondaco dei Tedeschi para tener una vista panorámica del Gran Canal y de toda Venecia, que al atardecer es algo imperdible. Por la tarde no podemos evitar la tradicional costumbre de “ir a los bacari”: los típicos bares venecianos donde se pide una ombretta (una copa de vino) y un cicchetto (una rebanada de pan o polenta adornada con diversos ingredientes locales o fritos como mozzarella en carrozza o deliciosas albóndigas). ¡Esta primera velada veneciana hay que celebrarla por todo lo alto!

¡Buenos días WeRoaders! ¿Listos para comenzar nuestra aventura? Hoy nos sumergimos en el pasado, en la época medieval, entre pueblos históricos y antiguos castillos. Nuestra primera parada es cerca del pueblo de Mel: ¡preparémonos para explorar el Castillo de Zumelle! Este castillo tiene casi 2000 años de antigüedad y fue disputado durante siglos debido a su posición estratégica. Hoy podemos contemplarla en todo su esplendor gracias a una importante reforma que ha devuelto a la luz su aspecto medieval. Dentro podremos decidir darnos un capricho con un almuerzo temático, con recetas y bebidas típicas de la época para ponernos en la piel de damas y caballeros! No nos perdemos la visita a la maravillosa Gruta Azul, una joya de color turquesa, escondida en los Prealpes de Belluno.

Por la tarde nos trasladaremos a uno de los pueblos más bonitos de Italia: Cison di Valmarino. Este pequeño pueblo histórico está situado en medio de la naturaleza de los Prealpes venecianos, y ofrece hermosos senderos naturales, paseos a caballo y casas rurales típicas donde podrá degustar productos locales. La joya de la corona de esta pequeña joya es nuestro segundo castillo del día, Castelbrando, situado sobre la pequeña ciudad. Una visita obligada es este lugar y después de tantas bellezas también podría ser el lugar indicado para disfrutar de un buen aperitivo a base de productos locales.

¡Hoy vamos a presenciar alturas! Alcanzaremos el punto más alto de nuestro itinerario: adentrándonos en las entrañas de la montaña y remontando un túnel excavado durante la Primera Guerra Mundial para dar refugio y protección a los soldados, nos impulsaremos hasta los 2752 m, hasta la cima del monte Lagazuoi. El túnel es un apasionante viaje a través de la historia y la naturaleza, que serpentea durante aproximadamente 1 km, salvando un desnivel de 640 metros, abriéndose varias veces al impresionante paisaje que se encuentra a lo largo del camino. El recorrido es de unas 2 horas, no es peligroso pero requiere un poco de esfuerzo físico, alternativamente existe la opción del teleférico, que lleva directamente a la cima. Una vez lleguemos a la cima de la montaña disfrutaremos de todos los manjares que puede ofrecer un almuerzo en un auténtico refugio de montaña.

La segunda parada del día será uno de los pueblos de montaña más famosos de Italia: Cortina d'Ampezzo. Destino de numerosos VIP, deportistas y amantes de la naturaleza, este pequeño pueblo de montaña es una joya para visitar en cualquier época del año, aquí podremos admirar el esplendor de los Dolomitas, que lo rodean como un cálido abrazo.

Hoy nos aventuramos de nuevo a disfrutar de unas vistas preciosas: llegamos a un lugar encantador perdido en medio de los Dolomitas, ¡el lago Braies! El paisaje es impresionante desde cualquier ángulo y podemos decidir disfrutarlo plenamente con un simple paseo por su perímetro o recorrerlo alquilando una barca de madera. Obviamente nos detenemos aquí para disfrutar del espectáculo de la naturaleza durante el tiempo que necesitamos: ¡respiramos profundamente el buen aire de la montaña y recargamos nuestras pilas!

Cuando piensas en los Dolomitas, es muy probable que una de las primeras imágenes que te venga a la cabeza sea la de las majestuosas 3 Cime di Lavaredo. Llegamos al refugio de Auronzo a casi 2400 metros donde nos espera un fantástico paseo panorámico de 9 km alrededor de estos tres picos de montaña acompañados por un guía, que nos regalará espléndidas vistas en la frontera entre Veneto y Trentino Alto Adige. El recorrido es accesible para todos, casi en su totalidad plano con algunas subidas y bajadas: ¡nada de subidas que te rompan las piernas! Podremos parar a comer con un bonito picnic en el césped o en un cálido y acogedor refugio que encontraremos cerca del sendero, en ambos casos la vista será espectacular.

Hoy descendemos para hacer una parada cultural en Possagno donde se encuentra la casa-museo de uno de los más famosos escultores y artistas italianos del siglo XIX, Antonio Canova. El edificio histórico, entre muchas reliquias, también alberga una magnífica colección de moldes de yeso utilizados por el artista como modelos para sus esculturas. A última hora de la mañana continuamos hacia Asolo, otro de los pueblos más bonitos de Italia, donde podremos disfrutar de un aperitivo en el jardín del castillo y de un almuerzo típico veneciano en una posada local.

Dedicaremos la tarde a descubrir los viñedos de una de las zonas más reconocidas de nuestro país por la producción de vino: las colinas de Valdobbiadene. Visitaremos algunas bodegas que nos mostrarán el proceso de producción del vino, la diferencia entre las distintas calidades y, por supuesto, nos dejarán degustar sus mejores productos, acompañados de embutidos y quesos típicos: ¡una manera verdaderamente veneciana de pasar la tarde! Por la tarde volvemos a Mestre, donde todo comenzó.